martes, 27 de enero de 2009

La verdad huye de Gaza

La verdad como tal no existe. La que conocemos, inestable y mimética, serpentea por los extrarradios de la realidad sin ningún rubor. Embaucada por el poder, saca a relucir sus arrebatos de sumisa y caprichosa meretriz ansiosa de adaptarse a intereses y conveniencias a cambio de un pueril pellizco en la mejilla. Esa verdad espuria y acomodaticia es la que rige el mundo. La otra, la objetiva, la que toma nota de la evidencia, la comprueba, la demuestra y finalmente la teoriza, hace tiempo que por su carácter “subversivo” permanezca exiliada en los bajos fondos de la ética. Esa neo-verdad, que trasmuta acepciones y calificativos, definiciones y adjetivos, es la que hace posible que los mismos de siempre sigan rigiendo el mundo. Me chirrían los oídos cuando los pobres y desahuciados son tachados de “terroristas”, y el poderoso que los somete adorna su currículum con la égida de la “democracia”; cuando el humilde defiende su deteriorada posición con “armas de destrucción masiva” del calado de una piedra o de un artefacto casero, y el factotum lo hace con armas “legítimas” que han esquilmado naciones y poblaciones, incluidas Hiroshima y Nagashaki. Y me espanta que esa indecencia, a base de ser repetida por los agentes de la neo-verdad, se transforme en una creencia generalizada. Por eso hay que denunciar todas estas “verdades “tramposas y anunciar a los prestidigitadores de la lengua que si ese es el camino escogido, el de lanzar fuera de la legalidad todo aquello que molesta a sus ambiciones, le auguro a estos muchos años de intranquilidad. Y esto no es una amenaza, sino una verdad (de la buena) constatable. ¿Acaso esperan los sionistas que el sufrimiento del Pueblo Palestino quede impune? ¿Quizás pretende que tras 60 años de desalojo, desestabilizaciones, sometimientos, humillaciones, bloqueos y destrucción un día los Palestinos se levanten de su cama con la filantrópica actitud de abrazar a sus torturadores? En este mundo sembrar la semilla del rencor tiene sus contraindicaciones, y espero, sinceramente lo espero, que ustedes, terroristas sionistas, comiencen a purgar muy pronto su bastarda y consentida labor de exterminio. Ustedes y todos aquellos que con su silencio conceden el beneplácito a todo este ejercicio de brutalidad nazi.

En nombre de los miles de Palestinos deportados, encarcelados, torturados y asesinados por el estado terrorista de Israel.

P.D.: A los amantes de la propiedad privada que desde sus foros de opinión defienden y justifican el terrorismo sionista: ¿estaríais dispuestos a que vuestras casas fueran ocupadas por un extraño, y que este os condenara a vivir en el baño sin comunicación con el exterior y con carencias básicas como la atención sanitaria o la alimentación? Una de dos: o la hipocresía es vuestra liturgia diaria o es que lobby sionista tiene el poder de trasmutar hasta las ideas más arraigadas.

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