Ya alargan los días. El estímulo anormal de alérgenos requiere que mi botiquín se aprovisione de antihistamínicos, broncodilatadores y demás panoplia medicinal. Todo por seguir respirando. Todo por seguir viviendo. Unas veces son las gramíneas, otras la flor del plátano y las más ni se sabe. Tanto agente distorsionador de sensibilidades hace de esta época una de las más lacrimógenas del año. Y la realidad que circunda tanto prurito alérgico tampoco ayuda mucho a sobrellevar el estigma de “los ojos rojos y el moco colgandero”. Veo como en Borobia su ayuntamiento rechaza, de momento, la instalación de la mina de magnesitas que amenaza la vida del Manubles, Isuela y Ribota porque… las contraprestaciones que ofrece la empresa para su municipio no son todavía suficientes. Es decir, que la barbaridad puede dejar de serlo en el momento en que los réditos económicos de la misma dejen de presentarla como lo que es: una aberración. ¿Y dónde dejamos la opinión del resto de los pueblos que van a sufrir las desastrosas consecuencias de este “ecocidio”? ¿Qué opinan los vecinos de Torrijo, Bijuesca, y Clarés, entre muchos otros, respecto de la aniquilación de los ríos que los riegan? ¿Por qué su oposición al proyecto, muchas veces manifestada en público, no es igual de vinculante que el favor de los que van a beneficiarse de la mina?
En la Muela, el partido “transversal” PAR , refugio de tránsfugas y buscavidas sin ideología, que hacen de la política un arte para enriquecerse y que con unos resultados electorales raquíticos tienen siempre la habilidad o los pocos escrúpulos de aliarse con cualquiera con tal de estar en la poltrona, ha ideado, a la sombra de los postes eólicos, toda una suerte de especulación urbanística. Y lo peor de todo es que lo ha hecho con la anuencia de muchos de los vecinos del pueblo que, lejos de constatar este meridiano caso de corrupción, lo jalean y lo consideran una fase del negocio necesario para el desarrollo del municipio. Si en su momento fue Marbella, La Muela toma su relevo aunque con una inferior carga de glamour.
Un año después, los beneficios de la huerta de Ranillas ni están ni se les espera. La mitad de los edificios de la Expo están sin asignar, y eso que antes del fasto se aseguraba que el 90% de los mismos tenían destinatario. Y para más bochorno el gobierno central pretende enjugar la deuda histórica contraída con Aragón con los cuatro hierros retorcidos que quedan en el recinto. ¡Jugada maestra de Zapatero! Sigo pensando que para mejorar las infraestructuras de la ciudad no habría hecho falta la fiestecita de marras. Hubiese sido todo más barato. Pero claro, es mejor un movimiento desorbitado y desordenado de capital para que muchos, y la mayoría de forma poco honesta, se forren.
Y en Monegros, más de lo mismo. Intentamos huir del crecimiento urbanístico que nos ha sumido en una crisis de dimensiones estratosféricas e Iglesias, Biel y adláteres siguen empeñados en porfiar en la misma jugada con Gran Scala. Empresas fantasmas, motores de agua patrocinados por los promotores del macroparque que resultan ser un engaño, inversores que por su biografía más pasarían por cuatreros que por mecenas. No sé si finalmente se llevará a cabo semejante vesanía, pero me huele que en este tema alguien nos quiere engañar mientras otros hacen todo lo posible para que no nos enteremos.
Leo que en UP y D, partido que Rosa Díez se inventó para seguir viviendo de la política cuando el PSOE no la quería ni para el parlamento europeo, y más concretamente en su delegación aragonesa, se nombran coordinadores a dedo sin tener en cuenta a las bases. Y eso que la susodicha decía abanderar la regeneración democrática que los partidos gordos se han encargado durante años de dinamitar. PSOE y PP a lo suyo. IU ¿existe todavía? CHA, la travesía del desierto tras Labordeta. Algunos todavía se sienten aliviados al poderlos quitar y poner cada cuatro años. Yo, hace tiempo que perdí la esperanza en este recurso.
Contemplo como los agentes del capital siguen negando la mayor: que la crisis económica y financiera se debe al siniestro juego del propio sistema que parece morir de éxito. Continúan asegurando que el capitalismo sigue gozando de buena salud, y que incluso una menor injerencia de lo público sería beneficioso… para sus bolsillos (esto lo digo yo). Es más: Aznar, campeón de la liberalidad y de las declaraciones de guerra, se atreve a decir que toda esta crisis se desencadena porque el mercado está muy reglado, y éste debe fluir sin cortapisas ni parapetos, libre como una mariposilla en primavera (puta primavera, me voy a por el antihistamínico). Aunque esta semana, en un sublime ataque esquizofrénico, se ha atrevido a declarar todo lo contrario: que el culpable de la situación es lo público al no establecer unas normas estrictas que fiscalicen los desmanes del capital. ¿En qué quedamos pues, Peter Pan, en una cosa o en la otra?¿Cómo puede ser el problema solución y la solución problema? De pequeño me enseñaron (esos A.C.M.E.) que cuando alguien intenta defender sus posiciones y cae en contradicciones tan palmarias como esta, una de dos: o no tiene razón pero se empecina en sostener lo insostenible arrastrado por el orgullo o es un gilipollas con miras muy cortas. Juzgad vosotros. Pero la cuestión es que los que menos culpa de la situación tenemos somos los que pagamos los excesos de los que manejan el cotarro. Y todo bajo la amenaza de que si no es así, de que si no nos adherimos a sus exigencias, desmontan el tinglado imponiendo la política de guerra de “tierra quemada”: ¡tras nosotros la nada!
Y el Papa, ¡ay el Papa!, se atreve a decir en África que el preservativo, lejos de contener el avance del SIDA, lo precipita. ¡Ver para creer, un Papa hereje y mentiroso contraviniendo no sé que mandamiento de su doctrina!¡Católicos, aquí tenéis al anticristo de vuestros desvelos!¡Vuestro fin se vislumbra en el horizonte! ¡Lo próximo, el Apocalipsis!
Conclusiones: que no sólo los fenómenos naturales que prologan esta diarrea mental me producen alergia. La estupidez y la “hijoputez” me originan parecidos efectos. Lástima que la industria farmacéutica, “pía y preclara” ella, no desarrolle lenitivos a este mal. “Un arma de grueso calibre es lo que hace falta” grita un amigo de vehemencia poco comedida. ¿Imaginación, como dice el eslogan? Sólo sé que en este mundo hay una guerra declarada entre las dos únicas razas que considero: la de los pobres y la de los ricos, satélites y aspirantes a ello. Últimamente la de los ricos está consiguiendo victorias pírricas por doquier. Habrá que cambiar la estrategia o los medios para recortar esa ventaja. Tal vez mi amigo tenga algo de razón y no sólo la imaginación y las buenas intenciones basten.
Postdata: Delegación del Gobierno ha prohibido la marcha que el grupo nazi “Alianza Nacional” pensaba realizar por las calles del Gancho (ya sólo me faltaban estos para que del estornudo y el picor de ojos pase a la náusea). Sin embargo todas las actividades paralelas, incluido un concierto, siguen convocadas. El fascismo, en estos trances de crisis, suele apelar a los más bajos instintos del personal para ganarlo a su causa. No debemos permitirlo. DESTRUYE EL FASCISMO, CABESTROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
No he podido dedicarle una escucha profunda, pero si puedo adelantar que parece que las guitarras le van ganando terreno a los instrumentos tradicionales, y que tiene un presentación muy cuidada, la que solo por ella merece la pena hacerse con este CD.
